KARRY: Julio Carrión, Karry, es un notable representante del humor gráfico peruano. Se ha venido ganando un lugar, cada vez más destacado, gracias a su notable talento para la síntesis, su trazo depurado y su magnífico uso del color.Karry cultiva una temática y un estilo en los que, para destacar, hace falta mucho esfuerzo, y más en un medio como el nuestro, donde los espacios de que se dispone para este tipo de expresión son escasos. Su humor no está restringido a fronteras nacionales ni coyunturas. Es internacional, sin por ello dejar de ser peruano.Ir por ese camino obliga a competir en ligas mayores, y Karry lo viene haciendo con toda solvencia. En pocos años ha llenado de premios y trofeos más de una estantería y, de paso, ha colocado el nombre del Perú entre los ganadores, cosa que debemos agradecerle. Me atrevo a decir que es el más universal de los dibujantes peruanos contemporáneos.Sus temas cubren un amplio espectro, que va desde el humor blanco hasta el negro, pasando por el humor social y el erotismo.La imagen de un planeta tierra a punto de ahogarse en un mar de tinieblas, aferrándose a un haz de luz que viene de la única puerta, abierta por un niño, abre el libro y es una de mis favoritas. Si entendemos que, como dice Monterroso, el humor sirve para hacer pensar y, a veces, también para hacer reír, este dibujo cumple a cabalidad con ello. Tiene el sabor ácido de la crítica, pero también ternura y esperanza. Todo ello con una gráfica limpia, impecable.Otra viñeta muestra un arcoíris que nace en una granja situada en una idílica arcadia, para morir en un oscuro paisaje de edificios y fábricas. En el trayecto, el arcoíris se ha convertido en humo. Aquí también la solución gráfica es original y bellísima. Los peruanos podemos sacar pecho, porque dibujos como este pueden estar al lado de los de los grandes maestros del mundo, sin ser opacados en absoluto.Hablando de maestros, puede emparentarse el trabajo de Karry con el de Mordillo, por el despliegue de grandes espacios, la rica paleta de colores vivos y la forma como dispone su composición en páginas completas. También encuentro en sus personajes algo, o bastante, del chileno Hervi, que en los años 70 nos deleitaba con sus desternillantes historias en la revista La Firme.Pero tal vez sea Ziraldo, figura cumbre del humorismo brasileño, aquél con quien Karry tenga mayor cercanía (aunque ignoro si esto es casual). Si Karry creó al travieso Simeón, El maestro carioca tiene al Menino Maluquinho, popularísimo personaje de tiras cómicas. Además de ello, hay mucho en el trazo elegante y moderno, como también en el color, y como ya dijimos, en la alta calidad gráfica de sus trabajos, que acerca a ambos.No quiero terminar este breve comentario sin agradecer a Karry por el grato encargo de comentar su libro, y a Benjamín, el gran Corso, que en Contracultura viene publicando lo que va camino de ser la más importante colección de libros de humor gráfico peruano.Carlínhttp://fugahistorietas.blogspot.com/2009/12/la-noche-de-karry.html
Felicitaciones algo tardias estimado Karry
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